El proceso de secado de la madera para convertirla en láminas extremadamente delgadas se llama secado de chapa. Estas capas delgadas de madera pueden utilizarse para muchos propósitos, como la producción de muebles, la fabricación de pisos u otras decoraciones en la casa. El secado adecuado de la chapa a menudo es un factor crítico en el rendimiento y la longevidad de cualquier hoja en particular.
Existen máquinas que han sido diseñadas para esto y las usamos para secar bien el chapado. Las máquinas de lijado de pisos calientan principalmente la madera y comienzan a circular aire sobre ella. Incluso, elimina su humedad mientras se calienta la madera. El aire fluye libremente alrededor de la madera, lo que facilita un secado uniforme y rápido. Esto es importante porque la madera podría terminar pudriéndose si se seca extremadamente lento (o se vuelve irregular). Además, debemos mantener un nivel constante de humedad durante el proceso para que tu madera se seque bien.
El flujo de aire debe ser realmente bueno para el secado de los chapados. Para hacer esto, debemos tener ventiladores en la sala de secado para ayudar a circular el aire. Tus ventiladores ayudarán a circular el aire y permitirán que tu madera se seque más rápido, pero no quieres que sople directamente sobre ellos porque esto puede causar daños o separación de esas finas capas. Un buen flujo de aire es esencial para que el chapado permanezca plano porque se seca a una tasa más rápida que las partes más gruesas de la madera.
La humedad de la habitación puede tener un efecto en cómo se seca, además, cuando alguien se refiere a la humedad, es en relación con cuánta humedad está presente. Y cuando hay demasiada humedad, también ralentizará el secado, requiriendo consecuentemente más tiempo para que la madera se seque. Por el contrario, si el aire está demasiado seco, como suele ocurrir durante el invierno con la calefacción central a toda potencia, entonces tu madera podría comenzar a secarse rápidamente y potencialmente agrietarse o deformarse. El felpudo debe secarse entre un 35% y un 55%. Al mantener la humedad dentro de este rango, asegurarás que tus productos secados en estantes se sequen perfectamente.
Necesidad básica para el secado del felpudo: temperatura, humedad y flujo de aire. Y encontrar un buen equilibrio entre estos factores es esencial para los mejores resultados de secado. Seca lentamente la madera, con una pérdida mínima de humedad y un mínimo de deformación o fisuras. Estos detalles, si no se tienen en cuenta, pueden comprometer la calidad del felpudo.